llenas de tinta las manos.
la piel rosa de mi cuerpo,
tatuada con birome .
llena de baruyo las ideas,
dentro del enjambre de mi pelo
un secreto. uno o dos.
un silencio inacabable en cada gesto y
en todas las palabras que digo.
como si fuera un dibujo hecho a lápiz,
un borrador demasiado oscuro,
sentada en las sombras diciendo nada.
así estaba yo.
hasta que saliste ,
vendaval de aire tibio,
vos: azul espectral.
vos: lapislázuli.

si en Castelar,
de pronto,
aparecieran elefantes,
caminando entre los autos,
sólo me gustaría ver tus ojos
tu presencia larga e infinita,
en la vereda donde te veo,
parada,sola y única,
volviéndote belleza.

la boca con sabor a tu carne
roja y dulce.
paso la lengua, recuerdo el sabor
y estallo en orgasmos,
de noches aprendiendo lo fantasmas de tu nombre,
aun sabiendo, que eras carne envenenada...