dar vuelta el casette, para escuchar lo subliminal de mi nombre.

domingo, 17 de agosto de 2014



Mil buitres volaron.
devoraron todo lo que había,
el vestido,
la piel rosada,
la carne tibia,
la sangre a montones,
maremoto de mi misma.
se llevaron hasta el hueso fino del meñique,
un sólo bocado no quisieron.
Quedó el corazón tendido,
huérfano hasta de la muerte.